Fuente Reina significa recuperar una antigua zona vitivinícola con potencial de calidad para elaborar y criar vinos al estilo actual, sobre unas viejas tierras donde el hombre acertó a plantar viñas, cultivo leñoso que fija la población al suelo y crea riqueza en su entorno. Ante todo mantendremos nuestra singularidad y nuestro carácter independiente, lejos de las etiquetas y lugares comunes, buscando clientes y amigos que compartan esta filosofía y busquen lo mismo que nosotros.
En pocas manos, con el criterio claro mirando siempre a medio y largo plazo, sin desviarnos por las modas y modismos.
Los hicimos construir después de replantar el viñedo, uno para cada parcela de la viña.
Un manejo racional de la madera fundamental en un vino de calidad redondo y equilibrado, objetivo de esta bodega.
Una bodega pequeña, moderna, manejable y entendible, transparente ahora que se habla tanto de transparencia, virtud que tanta falta nos hace.
Un viñedo que es un jardín rodeado de encinas, robles, alcornoques, madroños, en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla.
En la bodega gobierna el capitán como en la nave que nunca abandona su derrota. Hay que mantener firme el timón mirando siempre a poniente como en la nave de un conquistador español, sin dejarse confundir por los vientos contrarios ni las corrientes de la moda.
‘Si quieres pasar frío de verdad ven a Sevilla’, es una de las frases que más repito en mis presentaciones. Aquí si que tenemos un microclima de verdad. En la Purísima Concepción, finca que alberga el viñedo vendimiamos a fines de septiembre, igual que en el norte de España.
Y sobre fondos de pizarra, los antiguos fueron sabios al elegir la viña para poblar estas tierras.
Raro de ver, laderas a cuatro orientaciones entremezclada la viña con variedades de árboles y arbustos de todas clases, helechos, castaños, pinos piñoneros, jaras, olivos, zorros y tejones.
La viña es la madre del vino y sin ella nada se entiende, el vino lo hacemos en la viña que es a su vez la madre y el alma de una bodega. Luego resta el tener buen gusto, delicadeza y educación suficiente para ser capaces de educar al vino.